viernes, abril 28, 2006

(muy) AUTORREFERENTE

En el día de hoy... pregúnteme lo que quiera. Entrevísteme.

Yo, personalmente, desde mi punto de vista, opino lo que yo pienso.

jueves, abril 27, 2006

LOS TRES - CAMINO

Hoy, conversa exclusiva con Álvaro Henríquez.

Por mientras... ¿qué opinas del nuevo single de Los Tres?

martes, abril 25, 2006

Juegos de tablero

La Gran Capital. Metrópoli. Ludo. Carreras de auto o caballos, jugados con dados. Incluso recuerdo a un primo mío que recibió un complejo juego de tablero de autos en inglés y era bacán porque los autos avanzaban de acuerdo con cartas que uno tenía que ir robando y que eran muy originales... cada una era la patente de un estado gringo, lo que hacía todo muy colorido. Es más, lo acabo de llamar por fono para que me dijese cómo se llamaba y no se acordó. Qué mierda... si fue hace una turrada de años.

En mi caso recuerdo con cariño cosas como un juego muy supuestamente estratégico llamado ¡Ataque! y una versión de Star Wars en tablero que no sé qué propósito tenía y que se lo había conseguido ese típico amigo que siempre tiene todo de Star Wars y no se lo presta a nadie.

Había uno de Barbie incluso, que tenía una prima chica.

Ahora que lo pienso, hay miles de juegos de tablero. El último que tuve no pude ni jugarlo. Fue la versión básica de Mechwarrior. No caché ni huea.

Mi idea personal del placer

Ocio, placer, gozo. En conjunto y todas mezcladas. Pero, por favor, no en el sentido tan retorcido que tuvo la vez que hablamos de secretos. La idea de esto es personalizar el placer, ver qué forma tiene lo mejorcito. cada uno de nosotros le coloca énfasis a la situación más placentera que se le ocurra en este momento. Considere escenario, personas adecuadas, prolongación en el tiempo y si quiere colocar detalles, mejor aún.

Pero la ecuación es muy sencilla: dado un escenario imaginativo placentero, imagine usted su mejor escenario de ocio y placer.

Algo así como parcela, pasto, pichanga, un gran asado, muy regado, sol, piscina, minas y tiempo ilimitado para todo. Esto es muy genérico. sin embargo, usted póngale el acento personal.

Finalmente, ¿qué es el placer y el ocio para cada uno de nosotros?

lunes, abril 24, 2006

Acusado (a)

Que a Britney le gusta el hueveo no es novedad. Que Britney sea buena para los escándalos es algo predecible. Que ande loca por la vida es como obvio. Que sea madre descuidada... bueno, eso es penoso. A lo mejor el lamentable accidente de la silla que dejará con secuelas a su bebé fue de veras un accidente. Pero como en todo lass cosas dan para más y los medios han insistido en llamarla "una mala madre", o al menos descuidada, o preocupada de otros placeres.

A mí siempre me cayó bien Britney. La encontraba buena. Sú música desechable era pegote.

Al punto.

Algunas veces uno debe soportar acusaciones, de mayor o menor importancia. Aunque en el fondo, lo esencial es que la credibilidad y otras características de uno quedan por el suelo. Y uno sufre intentando explicar lo que para otros no lo es.

Cuéntanos la peor acusación de la que fuiste parte.

viernes, abril 21, 2006

Amor Amor Amor Amor Amor

No suelo usar palabras tan gruesas, pero un amor de la vida de uno tiene que haberlo dejado muy, pero muy cagado(a). Algunos de esos amores a uno(a) lo hacen sufrir hasta convertirte en la mierda más miserable. Cuando se realizan es cuando uno está más cerca de lo que se define burdamente como felicidad. Qué cursi. Es la peor enfermedad, dicen.

¿Cuál fue o es el amor de su vida? Incluya cualquier amor: el imposible, el platónico, el que le destruyó la vida o el amor que lo mantiene con vida.

jueves, abril 20, 2006

Jugo

Hace unos meses que con total y absoluta responsabilidad un grupo de amigas mías realiza un extenso estudio sobre el jugo (Guailon)

Incorporándolo dentro de mi léxico, he encontrado un vasto universo en que se puede usar dicha palabra, transformándose de paso en un verdadero comodín. El jugo, lo jugoso, dar jugo o jugosiento, son palabras de uso cada vez más frecuente y es muy notable captar que uno entra en el juego y que de un minuto a otro está, sin darse cuenta, dando jugo.

Ser inoportuno, patudo en demasía, tener una percepción absurda y desmedida del ego, hablar cuando no se debe, estar pasando la plancha del siglo sin darse cuenta, insistir cuando ya es estéril, ser fruto de comentarios negativos de parte de todo el mundo... en fin, eso es el jugo. Pero además es divertirse desvergonzadamente, ir a la diversión sin planificar tanto, tomar harto y hablar con dificultad, apagón de tele incluido.

Sé que no he sido del todo claro, lo que me hace darme cuenta que estoy dando jugo, pero si de jugo se trata... ¿cuál ha sido su peor jugo últimamente?

si puede además entregarnos nuevas acepciones para el jugo, se lo agradecemos.

miércoles, abril 19, 2006

Un secreto suyo

Ya. Listo. Piénselo. No tiene por qué ser turbio necesariamente, pero que sea algo suyo que nadie sepa. Ampárese en el anonimato si quiere. Descanse y confiese. Dígalo fuerte una vez al menos. A continuación, leemos su secreto.

Yo tengo uno muy fome pero que me avergüenza: no sé nadar.

lunes, abril 17, 2006

Otra de drogas

En medios como El Mercurio siguen sucesivamente apareciendo indicativos supuestamente alrmantes sobre consumo de drogas en los grupos más jóvenes. Se habla ahí mismo de vicio, flagelo, actitud pasiva de autoridades y otros elementos que hacen parecer al gran sustantivo común droga como la peor de las enfermedades.

Como en todo vicio, hay extremos y extremos. Pero el argumento central de los últimos días es que en el sector universitario uno se vuelve más gourmet supuestamente. Asímismo, nadie hace mucho porque esta situación cambie dentro de las aulas.

¿Te parece que te pusiste ciertamente más consumidor en la educación superior?
¿Te parece bien consumir drogas?
¿Harías una notable diferencia entre unas y otras, entre un pito y una raya?
¿Cómo son en tu universidad? ¿Jodidos o pasivos?

jueves, abril 13, 2006

Háblele a Dios (especial de Semana Santa)

Hoy jueves, a través de esta página usted puede hablarle a Dios. O sea, usted podría hablarle a Dios cualquier día del año. Pero cuando más uno se acuerda de Dios, crea mucho o no, practique o no, es en Semana Santa, por una cuestión cultural si se quiere. Incluso más que los mariscos, en algunas personas. Bueno, Dios lee esta página y escucha Conspiración Rock & Pop

Ahora, como usted debe saber, Dios no se debe sentir muy alegre en Semana Santa así que mida sus palabras y no sea extremadamente grosero. No sea tan irresponsable como para achacarle sus desgracias.

Parto yo: Dios, la he pasado como el hoyo los últimos dos meses. Yo sé que me has enviado señales inequívocas sobre qué decidir en mi vida. A veces no te pesco... la mayor parte del tiempo no te pesco. Pero es que si tengo algo que reprocharte es que no seas tan evidente y seas tan bajo perfil. Deberías ser más evidente. Lo digo simplemente porque no estoy pendiente de la vida espiritual y últimamente mis decisiones no han sido de lo más afortunado. Si andas bajoneado anda a vernos a la casa mañana. Habrá garbanzos.

miércoles, abril 12, 2006

Combos

Década del 30. En la Estación de ferrocarriles de San Bernardo se juntaba la gente de la naciente ciudad para compartir espontáneamente. A veces había grandes bailes públicos por lo que era un lugar de encuentro espontáneo. En ese lugar, por una razón absolutamente olvidada y muy probablemente de la menor importancia, mi abuela, en ese entonces una chica de 16, de largas trenzas rubias, se agarro a combos con una compañera de curso.
En medio de la batalla, en un suelo que era un tierral, mi abuela escuchó cómo la gente comenzaba a apostar "por la rubia" o "por la morena". No recordaba quién había ganado, lo que me hace pensar que perdió.

En el colegio yo era un alfeñique. Un día, frustrado, le comenté a un compañero que me parecía bueno para los combos que necesitaba saber qué era, qué se sentía y que me diera algunas instrucciones. Estuvimos un recreo entero, yo lanzando combos y el parándolos con las palmas de sus enormes manos. Se reía de mí y yo no sabía por qué. De pronto me corrió la sangre por la camisa a borbotones desde la nariz. "¿Por qué no me avisaste que estaba sangrando?", le pregunté. "Te pegué el medio combo y no te diste cuenta", respondió.

lunes, abril 10, 2006

Dios

La crianza a la que fui sometido en términos religiosos se manisfestó violentamente en mi vida. La primera etapa de mi niñez fue bien a medias, sin ningún acento más que el laicismo. Pero mi padre murió tepranamente, y uno de los refugios más importantes para mi madre de allí en adelante, y por arrastre de todo lo que quedó de mi familia, fue la religión.

Cambiaron muchas cosas, como podréis imaginar. Entré a un colegio regido por religiosos holandeses (dehonianos) y se hizo una tediosa obligación tener que ir a misa los domingos. En ese colegio, en todo caso, era una oportunidad de roce social, y el acento espiritual lo entendí extraviado después de un tiempo.

Es curioso pero no sé en qué momento mi madre no pescó más a la iglesia. Yo supongo que no le sonaba muy convincente por esos y otros motivos aunque nunca le pregunté.

Yo, a medio camino, y sin convencimiento, me confirmé y todo en tercero medio, pero también fue por convertirse en una opción más de aprobación social.

La distancia recorrida en términos de lo que creí es enorme: al comienzo, en cuarto básico, fui capaz de llevar una marraqueta en el bolsillo a misa para comérmela en el momento de la consagración. Así de apurado quería recibir a Cristo.

Hoy debo decir que mi espiritualidad es diversa y tiene diversas prácticas, aunque no el ejercicio de los sacramentos católicos que me inculcaron.

Está muy de moda el cuestionamiento de los dogmas con estos documentales sobre discípulos que no eran tan traioneros, novelas que señalan que Cristo se casó y tuvo hijos, y ya nada me parece tan notable ni sorprendente.

¿En quién cree usted y cómo cree?

jueves, abril 06, 2006

Apostador

Fíjese que yo ni al tragamonedas. Es más, siento un poco de aversión hacia las apuestas reales desde que vi desintegrarse a parte de la familia por una tía que se volvió loca y apostó hasta los pelos. Se mandó cambiar a Valparaíso, de hecho.

Ahora, como perfecto loser podría llenar de ejemplos con las cientos de veces que perdí apuestas, a veces importantes y otras no.

Como la idea de este blog es prestigiar a su autor en todo sentido (adoro el autobombo), paso a mencionar la única vez que me enorgullecí de ganar una apuesta: junio de 1986. Inglaterra versus Argentina. Yo intentaba por sobre todas las cosas llevar el pelo largo pero al marido de mi mamá, que lucía entonces un enorme y tupido bigote, no le parecía nada bien. Las discusiones en este sentido eran frecuentes, sobre todo por las recomendaciones también frecuentes del inspector general de mi colegio.

Teniendo como telón de fondo una discusión respecto de la guerra de las Malvinas, me atreví a decir que Maradona hacía la diferencia en este partido y que los ingleses perderían. Mi padrastro por su parte, señalaba a los ingleses como los campeones de ese mundial.

Apostamos.

Yo pelarme al rape si ganaba Inglaterra. Él se pelaría el bigote frondoso si ganaban los argentinos.

Al rato, cuando Maradona anotaba con la mano el 2 a 0, yo saltaba sobre los sillones como si hubiese sido un argentino más. Al día siguiente, mi padrastro parecía poto sin el bigote.

Todas las demás apuestas de mi vida las perdí.

miércoles, abril 05, 2006

Virginidad

En mi primera experiencia sexual, minutos antes de entrar en tierra derecha, la chica con la que estaba me dice con los ojos saltones: "¿qué te parecería si te digo que no soy virgen?" Yo la verdad no lo había pensado. Sabía que había tenido un novio mucho mayor que yo. En mi postura diplomática, y ciertamente nada de dispuesto a que todo fallase le dije la respuesta que todo perdedor de ocasión debe decir en una situación similar: "No importa, lo eres para mí".

Silencio absoluto.

Por un momento pensé que todo se iba al carajo. Pero me agarró la cara y, muy diplomáticamente, me dice: "Qué tierno eres".

Fue raro. No me esperaba que en el contexto de un primer abordaje me iban a preguntar acerca de la virginidad. No sé si hubiese respondido de otra forma en una situación afectiva distinta: nos teníamos cariño, pero en ningún caso estábamos enamorados, lo que hacía todo, a mi entender, más fácil.

Creo que fue la única vez en mi vida en que la virginidad se discutió abiertamente. Nunca importó demasiado.

¿Qué le ocurrió a usted?