Superman

Alguna vez vi la serie de televisión de Superman, en blanco y negro, con la toma del vuelo del hombre de acero de izquierda a derecha o derecha a izquierda siempre igual, con la misma fanfarria. Las historias eran débiles, mal contadas, con diálogos horrendos. Pero el huevón volaba.

Así, la historia cinematográfica de 1978, con Christopher Reeve dando vuelta a la tierra a la velocidad de la luz para que la rotación vuelva y Lois Lane no muera asfixiada dentro de su auto tragada por una falla tectónica, me pareció un combo en el hocico. El vuelo del hombre de acero, hoy una broma en medio del desarrollo tecnológico digital, era tremendamente verosímil. Pero lo mejor eran los rayos X cuando verifica que Lois no tiene cagados los pulmones por fumar. Rayos X. Mirar por los muros (excepto a través del plomo), cuartear a la gente. A la larga fue el mejor poder de Superman. Aunque claro, volar era como lo lógico.

Un amigo mío probó volar como Superman luego de que apreciese una golosina o cereal en la tele que permitía tener toda la energía y poderes de un superhéroe. Eligió el camarote de su hermano y se lanzó al vacío. No voló. Incluso había comido una gran cantidad de esta golosina para asegurar que todo funcionara. Se rompió la nariz, se dislocó un hombro, se partió el labio en dos y casi perdió un diente. Lo más notable fue que, según contó después, mientras iba en el aire entendió todo muy bien y se arrepintió de lo que estaba haciendo. Y sintió que era un imbécil, un tonto influenciable, un pobre y triste huevón.

Esta semana recordamos las mejores historias de Superman, y ojo... escribiendo a conspiracion@rockandpop.cl contando cuál es tu poder favorito de Superman y por qué, ganas entradas para la avant premiere del día 11 de julio.