Lo más asqueroso que me gusta

Cuando chico, después de esas prolongadas pichangas callejeras, daba mucha hambre. Y el hambre y la sed abrían también la creatividad. Te tomabas un vaso de agua o de jugo de sobre, quedabas bien pocho haciendo competencia de flatos con los amigos y de ahí cuando finalmente te ibas a la casa armabas algo para comer con lo que hubiese. Y como a veces te aburría de la mantequilla o simplemente no había nada más, agarrabas el pan rancio del fin de semana y le chantabas Milo en polvo para comértelo. Rico. O la otra opción era molerle un plátano y comías pan con plátano.

Fui fanático del pan con plátano por años. Y del pan con Milo también. Matabas el hambre de inmediato.

Pero pasa el tiempo y te empiezan a gustar cosas más asquerosas. Yo de chico ni tragaba las berenjenas y hoy soy capaz de comerme una lazaña entera, o berenjenas rellenas al estilo árabe.

También me gustan los interiores: lengua, riñones, ubre, chunchules, longas, sesos.

Me como el parmesano a mordiscos.

Cuando probé el ñachi a los pies de un cordero degollado me gustó mucho.

De chico jamás soporté la achicoria. Ahora me la devoro, con sal gruesa y harto limón.

Las guatitas en chupe las odio pero a la jardinera son increíbles.

Amo los garbanzos desde chico.

Y toda esta lista son cosas asquerosas

De todas las comidas esencialmente asquerosas, ¿cuál es su favorita?